Una marca no debe ser solo un grafismo casual. Tu marca ha de ser estrategica, funcional y con un buen desarrollo técnico. Estas pautas, son las que marcarán la diferencia si quieres posicionarte como referente, captar a tu cliente ideal y comunicar tus valores reales.
En el artículo de hoy, quiero ayudarte con esta tarea. Para ello, he hecho una recopilación con los 7 errores más comunes que he observado a lo largo largo de mi trayectoria para afrontar un proyecto de diseño de imagen de marca.
¿Quieres saber cuales son? ¡Arrancamos con los consejos de hoy!
1. Crear solo un logotipo sin una identidad visual estratégica
Un logotipo es un grafismo. Actuando de forma independiente, puede estar cumpliendo una única función estética y nada más.
Una identidad visual, es un conjunto de estilos pautados que rodean tu marca (colores, tipografías, formas, fotografías, etc). Detrás de ellos, hay un estudio estratégico y funcional. Si actúan junto al logotipo serán los responsables de comunicar, fidelizar y captar a tu público ideal.
2. No tener claro tu valor diferencial frente a la competencia
Otro paso fundamental para crear la identidad visual de tu marca es verificar que tienes claro quién eres y dónde quieres llegar. Es imposible crear unas pautas y estilos que representen unos valores que desconoces.
Puedes responder a las siguientes preguntas como ayuda:
- ¿Quién eres?
- ¿Qué servicios proporcionas?
- ¿Cuál es tu servicio fuerte?
- ¿Cuál es la antigüedad de tu empresa?
- ¿Cuál es tu objetivo?
- ¿Quién es tu competidor principal?
- ¿Cuál es tu carácter diferenciador frente a la competencia?
En concreto, tu valor diferencial frente a la competencia va a ser una cuestión clave para crear unos estilos únicos que representen aquello que te hace especial.

Twitter es una plataforma de microblogging y su carácter diferenciador frente a otras plataformas de blog es que solo permite utilizar 140 caracteres. El pájaro junto con el nombre hacen referencia al «tweet» (piar de los pájaros en inglés) que define la forma en la que se transmitir información en la red social: una corta ráfaga de información intrascendente, el pío de un pájaro.
3. No tener bien definido tu público objetivo
¿Tendría sentido servir pan de trigo y cerveza en un restaurante para celíacos? ¡Imagínate qué horror! Cuando diseñamos, debemos hacer algo por y para nuestro público objetivo, es decir, aquel que queremos captar y está dentro de las posibilidades del mercado.
Nuestra misión es comunicar mediante la gráfica. Tienes que transmitir que vamos a ayudarte a solucionar tus problemas específicos, a que te sientas bien o a que nuestro servicio te aporte los beneficios que tu necesitas.
Evidentemente, para poder llegar a transmitir mediante unos estilos debes saber con exactitud a quién estás hablando. No es lo mismo «hablarle» a adolescentes que van a comprar en una franquicia de helados (colores brillantes, formas suaves, redondeadas, dulzura, etc) que a personas de 50 años que acuden a un bufete de abogados (colores terrosos, formas rígidas, elegancia, etc).
4. Crear un diseño que no se adapta a los soportes que se van a utilizar
¿Dónde vas a aplicar el diseño? Imagínate que estás diseñando una marca de ropa y quieres que tu logo esté cosido en las camisetas, ¿podría adaptarse un logo con multitud de detalle a esta técnica y soporte?
Hay que tener en cuenta también la versión impresa y la digital. Los colores son diferentes en pantalla y en papel (y dependiendo del tipo de papel, también varían). Habrá efectos que podemos mostrar en una versión y en la otra no. Puedes hacer variaciones para cada una o, mi recomendación: hacer un logotipo reducible a monocromos. Los logotipos con esta característica son altamente flexibles y adaptables.

El logotipo de Starbucks es flexible y adaptable. Puede traducirse perfectamente a un único color (monocromo) sin perjudicar su forma ni su comprensión.
5. Caer en la representación figurativa y el exceso de detalle
La marca es todo aquello relacionado con cómo percibes una empresa o un producto (calidad, precios, comunicación, etc). El logotipo solo una pequeña parte de tu marca, no quieras abarcarlo todo en él. Dos errores técnicos muy comunes en su ejecución son siguientes:
- Representar TODO lo que queremos transmitir dentro del logotipo. Esto da lugar a logotipos complejos y repletos de detalles. Consecuencias: Dificultad para reconocer y memorizar tu marca. Problemas para aplicar tu marca en diferentes soportes y tamaños. Falta de profesionalidad.
- Caer en un diseño 100% figurativo. Dando lugar a diseños comunes. Consecuencias: Ser uno más, y pasar desapercibido frente a la competencia. Falta de profesionalidad.
Fíjate en las marcas mejor consideradas del 2015, sus diseños son sencillos pero altamente comunicativos. Créeme, Google, Facebook y Amazon saben lo que hacen.

Ranking de las 100 mejores marcas del 2015 del ranking Interbrand
6. Copiar
Una de las finalidades de crear una identidad visual es diferenciarnos de la competencia de manera única y memorable. Como es evidente, copiar sería una pésima idea para conseguir este objetivo. Además, se trata de una práctica poco ética y fuera de la legalidad.
7. Encargárselo a tu vecino, que sabe Photoshop
Saber utilizar un programa de diseño, no es equivalente a ser diseñador gráfico. La herramienta solo es un medio mediante el cual un profesional ejecuta su trabajo.
Imagínate el caso de un cirujano. Dispone de instrumentos quirúrgicos que le sirven para desarrollar su trabajo. Pero, ¿y si este no dispone de conocimientos para realizar intervenciones en sus pacientes?
En el campo del diseño por suerte los resultados no llegarían a ser tan catastróficos. Pero imagínate el dinero y clientes que puedes estar perdiendo por no tener una imagen de marca representativa y sin una estrategia previa.
Y tu, ¿has caído en alguno de los errores mencionados? ¿te ha surgido algún otro inconveniente en tu proceso de creación? ¡Comparte conmigo tus experiencias para que pueda ayudarte!