En el artículo de hoy, quiero explicaros el proceso para crear una identidad corporativa (mejor expresado, pero menos conocido como identidad visual de una marca). Una de las finalidades, es que aprendas qué proceso seguimos para realizar un rediseño de una identidad visual, y así puedas aplicarlo a tu caso. Mi recomendación es que encomiendes esta tarea a un profesional, pero comprendo que en muchos casos, por razones económicas no puedas afrontarlo. También te será de mucha utilidad conocer en qué nos basamos para realizar este proceso y los datos que necesitarás para poder abarcarlo, ¡empezamos!
Muchos clientes, acuden a nuestro estudio por una necesidad concreta (ya sea una web, un diseño de flyer, banner, etc). Muchos de ellos, no son conscientes de que para poder realizar un trabajo de calidad, necesitamos contar con una identidad visual cerrada. Si es tu caso, tranquilo. Es totalmente normal, nadie nace educado y para eso estamos aquí nosotros.
Pero, ¿qué es la identidad visual de una marca?
¿Y qué consideramos una identidad visual cerrada? Para comprender esto, tienes que aprender en primer lugar a diferenciar entre logotipo, y marca. Un logotipo, aunque comúnmente sea un término mal utilizado, es solo el nombre de tu empresa con una representación tipográfica. La marca, en cambio, se refiere a todo el diseño de identidad visual, campañas de marketing y publicidad, calidad, costes, etc. En conclusión, es todo aquello relacionado con cómo percibes la empresa o el producto.
Con esto, quería explicarte que si solo cuentas con un logotipo sin más, puedes estar creando nuevos diseños en diversos soportes a modo de «parche». Puedes estar utilizando unos c
olores y tipografías en tus publicidades de facebook, otros diferentes en tus flyers, y la fachada de tu negocio otras características totalmente diferentes. Si actúas así, por un lado, estarás confundiendo a tu público al no establecer una imagen que facilite el rápido y fácil reconocimiento de tu marca. Lo más grave, es que probablemente estés utilizando un lenguaje que no conecte con tu público objetivo real, y estés dando palos a ciegas. Incluso podrías no estar comunicando bien tu mensaje o denotando una falta de profesionalidad aunque no tenga nada que ver nada con la realidad.
Dentro de la marca, tal y como he citado anteriormente, juega un papel importantísimo la identidad corporativa o visual. Se trata de la linea gráfica que engloba una marca. En ella, incluimos una serie de pautas que se suelen recoger en un manual de identidad. En éste, detallamos entre otras cosas, la paleta de colores que siempre utilizaremos y su codificación, las tipografías, elementos gráficos que acompañan a la marca, versiones permitidas, alternativas, aplicaciones a soportes, etc.
Contando con este manual, o unas pautas básicas, estarás listo para aplicar de manera rápida, fácil y efectiva tu marca.
¿Cómo empezamos?
Para comenzar con el proceso de rediseño, es fundamental que te plantees e investigues las siguientes cuestiones sobre tu empresa:
- ¿Quién eres y qué ofreces?
- ¿Cuál es tu valor de diferenciación? (Ventajas y valores que te hagan especial y te diferencien frente a la competencia)
- ¿A quién te vas a dirigir? (Debes analizar detenidamente a qué público quieres llegar. No es lo mismo el público al que te diriges actualmente que al que te gustaría llegar. Analiza su edad, localización, nivel económico, gustos, costumbres, etc y segmenta lo máximo posible. Es preferible llegar a menos público y mejor, que a más público y ser uno más y tener que rebajarte para competir).
Estas son las preguntas más básicas que debes conocer y estudiar para enfrentarte a un proceso de diseño de identidad corporativa o visual. Si quieres indagar más, puedes tomar como ejemplo el cuestionario previo que enviamos a nuestros clientes antes de abarcar el proyecto.
Inspírate, pero NO copies
Empieza investigando diseños de tu propio sector, y luego simplemente marcas profesionales que te parezcan atractivas. Para esta fase, te será de mucha utilidad utilizar herramientas como pinterest. Crea un tablón específico y «pinea» todas las marcas que te hayan llamado la atención. Este proceso te servirá para abrir más tu mente y así evitar empezar desde cero con desconocimiento total. Tu intuición en base a esta experiencia, te dará claves sobre las pautas y tecnicismos para desarrollar tu marca. Como es evidente, inspirarte no implica en ningún caso copiar (esto solo denotará una falta de personalidad y profesional que te afectará muy negativamente).
Es la hora del papel y lápiz
Cuando hayas encontrado la inspiración divina tras recopilar suficientes ejemplos, deberás esperar un poquito antes de encender el ordenador (aunque seguro que a estas alturas te morirás de ganas por empezar a probar con tu herramienta de diseño preferida). Antes de comenzar en digital, es muy recomendable que abocetees tus ideas en un papel, como de toda la vida. Esto evitará que te veas condicionado por las posibilidades que te ofrece la herramienta, y trabajes más el concepto. Recuerda que la finalidad es traducir el estudio previo que has realizado, a unos valores visuales y no hacer algo únicamente con una bonita estética.
Por fin, ¡digitalizamos la idea!
Selecciona varios de los bocetos que hayas realizado (los que mejor representen los valores que has estudiado) y desarróllala con la herramienta de diseño. En este artículo, no voy a centrarme en aspectos técnicos para desarrollar un «logotipo» de forma correcta, sino en el concepto (en otra ocasión, prometo que os hablaré sobre tecnicismos).
Una vez realizadas las propuestas que consideres, normalmente es fácil reconocer la que mejor funciona. Si te resulta complicado, seguramente sea porque estés «viciado» con el trabajo. Cierra el ordenador, ponte con otra cosa y retómalo tras consultarlo con la almohada.
Es importante también que recibas feedback por parte no solo tu público objetivo, sino también diferentes perfiles. Ten en cuenta que podrás aprender de estas opiniones, pero no debes tomártelas muy a pecho, ya que no son profesionales y juzgarán en base a sus gustos y preferencias en muchos casos.
Recoge las pautas para poder aplicarlas en tus posteriores diseños
Bien, ya tenemos seleccionado nuestro «logotipo» ganador. No te voy a pedir que hagas un manual de identidad corporativa completo. Soy consciente del esfuerzo que has tenido que hacer hasta el momento para desarrollar por ti mismo tu marca. Independientemente, sí debes recopilar los colores utilizados, la tipografía (puedes seleccionar la de la propia marca a modo de titular, y una con mejor legibilidad para textos de lectura), el logotipo en blanco y negro, y otras versiones posibles (horizontal, vertical, etc).
Estas pequeñas pautas te servirán para poder aplicar fácilmente tu marca a cualquier herramienta y soporte. Has de respetar siempre estos estilos. Si somos constantes, lograremos consolidar y dar coherencia a la identidad visual de tu empresa. Ganarás reconocimiento, imagen de marca y lograrás comunicar mejor tu mensaje y conectar mejor con tu público. Así de potente puede llegar a ser el poder de una identidad visual bien realizada.
¿Te atreves? ?