Muchas son las razones que he escuchado de porqué mis clientes decidieron emprender en su momento.
El paro, la desmotivación por el trabajo actual, la crisis, el dejar de depender de un jefe, una idea u oportunidad…
En lo que sí solemos coincidir es en una cosa: El miedo que se siente antes de tomar una decisión tan importante como esta. Para ayudarte un poquito a tomar este camino, quiero contarte las ventajas e inconvenientes de emprender un negocio, bajo mi experiencia y punto de vista.
¿Estás preparado?
¿Cómo sé si estoy en el momento adecuado para emprender mi negocio?
Bien, antes de empezar con las ventajas e inconvenientes de emprender un negocio, no está de más identificar si realmente es el momento adecuado para ti. Puedes guiarte un poco por las siguientes consideraciones:
- Tienes un dinero ahorrado, con visión de invertirlo en tu futuro
- Estás estancado en tu empleo actual y ya has perdido la motivación
- Quieres tener mayor libertad económica a futuro
- Quieres ser independiente y dejar de depender de alguien que te diga lo que tienes que hacer
- Cuentas con la experiencia previa suficiente para ofrecer un producto o servicio de calidad
- Tienes un equipo solvente y cualificado, o tú mismo eres capaz de llevar tu negocio con tus capacidades
Pero recuerda, esto tan solo son algunos consejos, tú eres el que tiene que tomar la decisión y dar el paso para cambiar tu situación actual cuando lo creas conveniente.
¿Qué es lo que necesito para emprender?
Además de un dinero ahorrado y capacidades para desarrollar tu trabajo, también necesitarás una buena dosis de todo esto:
- Ser resolutivo. Es importante que seas capaz de afrontar y solucionar problemas con rapidez.
- Organizado. Al menos, con tu tiempo. Es importante que sepas priorizar y organizarte para optimizar tu tiempo (tiempo = dinero, recúerdalo)
- Apuntar alto. Siempre has de ser optimista y pensar en grande. Emprendemos para generar riqueza, no para sobrevivir y cargar con nuestro negocio a duras penas.
- Actualizarte. Estar siempre a la última te permitirá destacar y ponerte al frente de tu competencia.
- Soportar el estrés. Sin morir en el intento.
- Escuchar las criticas. Aprovéchalas siempre para mejorar.
- Ganas de emprender y motivación por lo que haces. Esto es primordial, salir de un trabajo por cuenta ajena para emprender debe tener como fin ser más libre y feliz.
Ahora si, ventajas de emprender un negocio
Vamos a empezar con un poquito de dulce:
- Sí, serás tu propio jefe. Sin duda, una de nuestras favoritas. Libertad para tomar decisiones y tener independencia.
- No tienes un sueldo fijo. Puedes acabar ganando todo aquello que tu talento y gestión sean capaces de producir.
- Puedes reducir tu jornada. Con el tiempo, si sabes llevar bien tu negocio podrás reducir tus horas de jornada para dedicar tiempo a tus hobbies, familia, pareja…
- Delega y vencerás. En los comienzos, somos una navaja suiza, pero con una buena gestión, podrás delegar tareas y dedicarte a lo que tú realmente disfrutas.
- Elige donde trabajar. En tu propio local, en una oficina en el centro, en tu casa, en la playa…
- Decides tu horario. ¿Te gusta levantarte tarde? Puedes estar de suerte.
- Dejar de lado el miedo a que te despidan. Aguantar a otras personas que nada tienen que ver contigo, estar estancado en un sueldo toda tu vida…
- Puedes elegir para quien trabajar. Tienes el derecho de admisión, o simplemente, puedes filtrar de alguna forma el tipo de clientes que vas a aceptar.
- Te sentirás orgulloso de lo que has creado, gracias a tu esfuerzo.
Ahora una de cal…
Por supuesto, las ventajas llegan cuando uno ha hecho bien su trabajo. Pero no solo se trata de ser increíblemente bueno en lo tuyo. El mayor porcentaje de éxito lo tiene tu gestión, cómo te des a conocer, tus decisiones, y un largo etc.
Todas las ventajas anteriores pueden dar la vuelta si no sabes llevar esto. El negocio de tus sueños podría convertirse en esto si no sabaes llevarlo bien:
- No tienes un jefe, pero estás esclavizado por todos tus clientes. Es importante establecer unos límites y unos procesos. No tienes que aceptar a todos y cada uno de los clientes que te llegan por la puerta, estás en tu derecho de trabajar con aquellos que acepten y se adapten a tus «normas».
- Sueldo incertidumbre. Los comienzos son duros, si no te diferencias y gestionas bien tu negocio, tu sueño puedo convertirse en una lucha por sobrevivir todos los meses.
- Si no sabes gestionar tu tiempo, puedes acabar echando bastantes más horas que una jornada habitual.
- Haces de todo; desarrollas tu trabajo, atiendes al cliente, eres el community manager, llevas las cuentas… Al principio es normal, pero una vez crezcas es importante que delegues estos trabajos a otras personas, o acabarás haciendo de todo y regular.
- Si no sabes diferenciar tu vida personal del trabajo, puedes llegar a unos límites de estrés bastante altos. Es importante que aprendas a gestionar tus emociones y focalizar las críticas para mejorar.
Con esto, no quiero desanimarte, ¡ni mucho menos!
Mi consejo es que te lances a ello si estás preparado. Lee, aprende día a día y jamás te conformes con lo puesto, no dejes de crecer nunca.
Nosotros así lo hacemos día a día, y podemos decir que ver como creces y logras objetivos es una de las mayores satisfacciones que te va a dar tu nuevo negocio.